Ser Latinas

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Mariana Pajón Londoño

COLOMBIA

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Tenía alrededor de 10 años cuando, por vez primera, pude sentir lo que era pedalear una bicicleta. Aún recuerdo, el viento rozando mi rostro, la velocidad aumentando mientras bajaba la colina y mis piernas pedaleando rápidamente mientras una gran sonrisa declaraba mi felicidad. Es cierto que tuve que engañar a mi hermanito de 6 años para que me dejara usar su bici. Después de todo, había tenido 10 cirugías en mis piernas y mis padres me hacían evitar situaciones un tanto aventureras. Sin embargo, ¿podrías llegar a imaginar que ese sentimiento de libertad y felicidad que sientes al pedalear pudiera acompañarte por siempre? Pues sí, esa posibilidad la vive diariamente una de nuestras latinas.

La hermosa ciudad de Medellín, en Colombia, vió nacer, un 10 de Octubre de 1991, a Mariana Pajón Londoño.

De pequeña, Mariana, era muy inquieta, pero a la vez constante y perseverante, lo que le llevó a practicar BMX a los 4 años y a sus 5, ganó su primer título nacional.

El BMX es un deporte extremo del ciclismo que abarca dos modalidades: carrera, cuyo objetivo es completar el recorrido en el menor tiempo posible, y estilo libre (freestyle), cuyo objetivo es realizar acrobacias.

Aunque el BMX es un deporte con caídas, Mariana siempre ha sabido levantarse y continuar.

Es cierto que Mariana ha tenido un gran apoyo familiar desde pequeña. Después de todo, se podría decir que es una familia del deporte. Su mamá, Claudia Londoño, fue voleibolista y equitadora. Su padre, Carlos Mario Pajón fue corredor de automovilismo y bicicrocista. Además de sus dos hermanos, Miguel y Daniel, quienes también son competidores de BMX.

Mariana, aún recuerda su primera bicicleta; rosada, con calcomanías de Barbie y con la que ganó su primer campeonato a los cuatro años. Después de esa primera competencia, su papel como representante del bicicross en Colombia, ha sido fundamental hasta el punto en que las nuevas generaciones se comienzan a interesar por el deporte.

Es en el mundo del BMX donde se le conoce como "La Hormiga Atómica" desde que la neozelandesa, Sarah Walker, la nombró así en el Mundial de Holanda 2003 luego de ver su manera tan particular de correr; con explosión, rudeza, agilidad y agresividad.

Mariana ha sido ganadora de varios campeonatos mundiales, nacionales, estadounidenses, latinoamericanos y panamericanos, entre otros. Ha conquistado varios títulos de campeonatos mundiales en diferentes categorías y representado a Colombia en mas de 34 países. También ha logrado ser medallista de plata (Tokio 2022) y doble medallista de oro olímpica (Londres 2012 y Rio 2016). En esta última competencia, hizo historia al convertirse en la única atleta colombiana que ha ganado dos medallas de oro en Juegos Olímpicos.

A sus 13 años recibió el título “El Colombiano Ejemplar.” Y, después de ganar oro en Londres 2012 fue condecorada por el Gobierno de Colombia con la Cruz de Boyacá. Mariana se comprometió a la construcción de una pista BMX de alto nivel en su ciudad natal. Y, en el 2016, se inauguró la nueva instalación deportiva llevando como nombre “Pista de Supercross BMX Mariana Pajón”, sede del XXI Campeonato Mundial de Ciclismo BMX, y donde Mariana ganó la ovación colombiana al lograr que la medalla de oro se quedara en casa.

Es cierto que Mariana ha tenido una gran carrera profesional; sin embargo, la forma en que se ha recuperado de cada una de sus caídas, el tiempo y valor en completar sus terapias de rehabilitación, las luchas para practicar pese a las inseguridades de su país de origen y el continuar satisfactoriamente sus estudios; la hacen una mujer extraordinaria para emular.

Según Mariana, “Soy una persona muy feliz, con una vida llena de oportunidades, a quien le han pasado cosas muy buenas y otras no tanto, pero que simplemente me han hecho fuerte. Afronto las situaciones de la mejor manera y eso es lo que me define como una persona inteligente.

El bicicross, como cualquier otro deporte, es uno bien competitivo. Sin embargo, no solo es cuestión de practicar la técnica, sino también de tener una adecuada educación mental. Como dice Mariana, “una vez me apoyo en el partidor, estoy en una competencia contra mí, contra nadie más. Ahí Mariana está sola.” Ella sabe que el positivismo es la clave. Se encarga que su entorno sea el mejor posible ya que “todos tenemos claro que hablar bien es pensar bien y pensar bien es estar bien.” Nuestra amiga, con sus acciones, nos enseña lo indispensable que es el ser consciente de los pensamientos, el no tomarse nada personalmente, el dar el 100 en todo momento, el concentrarnos en la competencia, el saber cómo actuar bajo presión, en cómo vencer los nervios y amar lo que hacemos.


Entrevistas…


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