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Luisa Capetillo Perón

PUERTO RICO

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La frase "Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos" de Viktor Frankl adquiere un significado profundo cuando se contempla la vida y las acciones de Luisa Capetillo. A lo largo de la historia, han existido individuos cuyos actos valientes y determinación han desafiado la injusticia y la opresión. Luisa, una pionera en la lucha por la igualdad de género y los derechos de los trabajadores en Puerto Rico, fue una de esas personas. En un momento en que las circunstancias parecían inmutables y las normas sociales se oponían ferozmente a sus ideales, ella optó por un camino distinto donde se desafió a sí misma, transformando su educación y su perspectiva en armas poderosas para el cambio.

Luisa Capetillo Perón nació en el corazón de Arecibo, Puerto Rico un 28 de octubre de 1879. Su mamá, Margarita Perón, llegó a Puerto Rico como institutriz desde Francia. Y, su papá fue Luis Capetillo, español que una vez perteneció a una familia acomodada pero se convirtió en obrero. Luisa fue criada en un hogar donde florecían ideales democráticos y filosofías anarquistas, la crianza de Luisa distó mucho de ser convencional. Su madre le enseñó a leer y escribir pues no era un privilegio disponible para las niñas en ese tiempo. Es así como el insaciable apetito de Luisa por el conocimiento la convirtió en una autodidacta.

Luisa Capetillo tuvo que enfrentarse a la justicia por persistir en el uso de pantalones, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo en Puerto Rico en 1915. Durante una estancia en Cuba, fue detenida por escándalo público y llevada ante el juez García Sola. En ese momento, Luisa defendió su derecho a usar pantalones y afirmó que era una prenda cómoda y saludable. El juez finalmente la absolvió.

En 1906, Luisa emprendió un camino que moldearía su destino. Comenzó a trabajar como "lectora" en fábricas de tabaco, donde se paraba en una plataforma y leía en voz alta a los trabajadores mientras elaboraban meticulosamente cigarros. Fue aquí donde profundizó su educación, exponiéndose a las obras de Zola, Tolstoy, Balzac y otros gigantes literarios. Pero no solo se trataba de ficción; también leía textos políticamente y socialmente cargados de Marx, Engels, Bakunin y otros. Luisa estaba absorbiendo una riqueza de conocimientos y perspectivas.

En 1907, Luisa publicó su primer libro, "Ensayos Libertarios", donde expuso sus ideales políticos y sociales. Emergió como una firme defensora de los derechos de las mujeres y emprendió un viaje por toda la isla, junto a otros miembros de la Federación Libre del Trabajo (FLT), para empoderar y organizar a los trabajadores del tabaco y la caña en busca de mejores condiciones laborales. Luchó por el derecho de las mujeres a votar, no solo la élite educada, sino todas las mujeres. Luisa fue una pionera y una voz para aquellos que no la tenían.

Luisa Capetillo fue sin disculpas una mujer no convencional. Desafió las normas sociales al convertirse en la primera mujer en Puerto Rico en usar pantalones en público. Su defensa se extendió a promover el "amor libre", enfatizando el derecho de la mujer a elegir a su pareja libremente, sin restricciones sociales o sin concluir en el matrimonio. Abogó por una educación universal, defendiendo el mismo plan de estudios para niños y niñas, incluyendo materias como ciencia, matemáticas, geografía y las artes.

Sin embargo, la influencia de Luisa se extendió más allá de las costas de Puerto Rico. Viajó a Nueva York, uniéndose a trabajadores del tabaco puertorriqueños y cubanos, y contribuyó a periódicos radicales como "Cultura Obrera". En Cuba, fue arrestada y deportada como una peligrosa anarquista por llevar pantalones. Su valentía no conocía límites.

Luisa Capetillo fue una incansable defensora de los derechos de los trabajadores y las mujeres. Su legado vive a través de sus escritos, incluyendo "Mi Opinión", donde profundizó en su visión de justicia, igualdad y derechos de las mujeres. Sus contribuciones no se limitaron a la palabra escrita; también fue autora de obras de teatro, mostrando su talento como dramaturga.

Las opiniones políticas de Luisa estaban arraigadas en sus experiencias como puertorriqueña, pero siempre mantuvo una perspectiva internacionalista. Creía que la tiranía y la libertad no conocían fronteras, al igual que los explotadores y los trabajadores. Su lucha trascendió las fronteras nacionales.

La vida de Luisa es un testimonio del poder de un individuo para provocar un cambio. Desafió normas, luchó por la igualdad e inspiró a generaciones por venir. Su mensaje fue claro: la lucha por la justicia y la igualdad no conoce fronteras.

El 10 de abril de 1922, a la edad de 42 años, Luisa Capetillo Perón sucumbió a la tuberculosis en Río Piedras, Puerto Rico, dejando atrás tres hijos: Manuela, Gregorio y Luis. Sin embargo, su legado continúa empoderando a las mujeres y a los trabajadores de todo el mundo, recordándonos que nuestras voces y acciones pueden cambiar el mundo. Así que, permitamos que su historia sea un faro de esperanza e inspiración para niñas y mujeres en todas partes, alentándolas a levantarse, alzar la voz y marcar la diferencia.

Patriotismo boricua con Borifrases


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Nuestra participación en la Exhibición colectiva en homenaje a Luisa Capetillo en la Casa Ulanga en Arecibo, Puerto Rico un 20 de Octubre de 2022.

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