Rosie Pérez
PUERTO RICO
En las bulliciosas calles de Brooklyn, una joven luchaba contra las adversidades, encontrando su voz y su pasión en medio de un mundo de desafíos. Desde las aulas de su escuela hasta los vibrantes clubes nocturnos de Nueva York, su vida estaba destinada a un giro inesperado. Un encuentro fortuito con un famoso cineasta cambiaría su destino para siempre, llevándola desde los escenarios de baile hasta la pantalla grande. Pero no solo fue una estrella en ascenso en Hollywood; también se convirtió en una defensora apasionada de las causas que la impulsaron a luchar contra las injusticias.
Esta es la emocionante historia de Rosa María Pérez, una mujer de ascendencia puertorriqueña cuyo talento y determinación la llevaron a convertirse en una inspiración para mujeres y niñas en todo el mundo.
Rosie Pérez nació el 6 de septiembre de 1964 en Brooklyn, Nueva York. Sus padres, Lydia Pérez e Ismael Serrano, eran ambos de Aguadilla, Puerto Rico.
Su madre padecía esquizofrenia por lo que Rosie fue trasladada a hogares de cuido donde estuvo bajo la tutela del Estado de Nueva York hasta los 12 años. Debido a las primeras experiencias traumáticas de su infancia, que incluyeron abuso y abandono, adquirió una discapacidad del habla que se sumó a sus experiencias ya existentes. También ha padecido de ansiedad y depresión. Para el 1999, su madre murió de complicaciones relacionadas con el SIDA.
Sin embargo, después de varios años duros, finalmente encontró consuelo en el amor y el afecto de su tía paterna, Ana Dominga Otero Serrano-Roque, y comenzó a asistir a Grover Cleveland High School, en Ridgewood barrio de Queens.
Desde una edad temprana, Rosie demostró su inteligencia y determinación. De fuerte carácter, y decidida a no ser una estadística más dentro de la comunidad latina de los Estados Unidos, sabía que fuera del ambiente neoyorquino encontraría un mundo lleno de retos por vencer. Su pasión por la ciencia inicialmente la llevó a estudiar biología marina en Los Angeles City College en California, mientras trabajaba de día y se abría camino en los clubes nocturnos como bailarina de noche.
Es así como su amor por el arte y su innato talento la llevaron a ser descubierta por los cazatalentos del programa de televisión "Soul Train", a finales de 1980. No era bailarina profesional pero la propuesta hizo que abandonara sus estudios universitarios.
Su debut en el cine fue como novia de Spike Lee en un papel protagónico en la película Do the Right Thing (1989). Este papel, que inicialmente fue escrito para una mujer caucásica, se adaptó a la personalidad y el talento de Rosie, convirtiéndola en una estrella en ascenso en la industria cinematográfica.
Además, Rosie se distinguió como coreógrafa, trabajando con artistas de renombre como Bobby Brown, Diana Ross y Al B. Sure. Su labor en el programa In Living Color le valió una nominación al premio Emmy de la música por su trabajo como coreógrafa.
Su excelente labor como coreógrafa no detuvo su carrera como actriz. Durante estos años Pérez se mantuvo activa en la actuación interpretando importantes personajes tanto para la televisión como para el cine. Participó en películas cómo Criminal Justice, Night on Earth, White Men Can't Jump, Untamed Hearts, Fearless, Somebody To Love, It Could Happen To You, A Brother Kiss y Perdita Durango, entre tantas otras; y en series televisivas como WIOU, House of Buggin' y Widows; por mencionar algunas.
Debuta en 2006 como directora en el documental Yo Soy Boricua, pa'que tú lo sepas! Perez fue aclamada por la crítica en este debut que celebra el orgullo de ser puertorriqueño. Narrado por Jimmy Smits, la película desnuda la compleja y controvertida historia entre Puerto Rico y los Estados Unidos.
En 2015, fue firmada como presentadora habitual de un exitoso programa de entrevistas The View. Algunas de sus actuaciones más recientes han sido en las películas The Take, Pineapple Express y Puertorriqueños en París.
Rosie Pérez es una mujer de fuertes convicciones, por lo que ha participado abiertamente en manifestaciones por diversas causas. En su lucha activa contra el SIDA ha dictado conferencias en escuelas, universidades y compañías privadas.
Rosie es un ejemplo de fuerza y determinación, y su trayectoria demuestra que no hay obstáculo que no se pueda superar. Ha abogado en pro de la enseñanza del arte en las escuelas y centros especializados y participado en manifestaciones por los derechos humanos. En el año 2002 fue arrestada frente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York mientras participaba en una manifestación en pro de la salida inmediata de la Marina de los Estados Unidos del territorio de Vieques en Puerto Rico, demostrando su compromiso con su herencia puertorriqueña y la justicia.
Su historia inspira a las mujeres y niñas hispanas a seguir sus pasiones, luchar por lo que creen y alzar la voz ante las injusticias. Con su carisma y talento, ha dejado una huella indeleble en la industria del entretenimiento y en la lucha por causas importantes.
Rosie Pérez es una figura a la que se puede admirar y emular, y su legado perdurará como un faro de empoderamiento y aprendizaje para generaciones futuras.