Alicia Alonso

CUBA

 
 

"El ser humano la necesita (la cultura) para vivir y para soñar. El ser humano se alimenta de fantasía: ballet, música, pintura… no hay mejor estímulo para la vida."

~Alicia Alonso

 

La historia de Alicia Alonso está entrelazada con importantes acontecimientos históricos. Nacida el 21 de diciembre de 1921 en La Habana, Cuba, Alicia fue testigo de épocas tumultuosas y de profundos cambios en su país y en el mundo.

 
 

La carrera en el ballet de Alicia comenzó a temprana edad, cuando inició sus estudios en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical en 1931. A los 11 años, hizo su debut como solista, marcando el comienzo de una carrera que la llevaría a la cima del mundo del ballet.

 

En 1937, junto con su esposo Fernando Alonso, emigró a los Estados Unidos en busca de oportunidades en el American Ballet Theatre de Nueva York. Allí, se enfrentó a desafíos y oportunidades que moldearon su arte y su determinación.

 

Durante la década de 1940, enfrentó una seria crisis de salud cuando sufrió un desprendimiento de retina que la dejó parcialmente ciega. Sin embargo, esto no la detuvo. Continuó bailando y desarrollando su arte, convirtiéndose en una de las bailarinas más destacadas de su generación.

 

En 1948, junto con su esposo, fundó el Ballet Alicia Alonso en Cuba, marcando un hito importante en la historia cultural de su país. Más tarde, en 1959, con el apoyo de Fidel Castro, fundó el Ballet Nacional de Cuba, una institución que sigue siendo un símbolo de excelencia en el mundo del ballet.

 
 

A lo largo de su carrera, Alicia Alonso rompió barreras y desafió las expectativas. Fue la primera bailarina del hemisferio occidental en actuar en la Unión Soviética y en bailar con prestigiosas compañías como el Bolshói y el Kirov.

 
 

Alicia Alonso trabajó toda su vida en aquello que le llenaba su corazón. Según sus palabras: "Dejé de bailar porque entendí que ya no podía hacerlo con el dominio de mi cuerpo al que estaba acostumbrada y que, por lo tanto, no era justo castigar al público. Pero no fue porque no veía: el escenario lo sabía de memoria. Nadie podrá entender lo que sentía bailando sin ver, porque fue muy duro, mucho trabajo, medir pasos, gestos, durante horas. Mis compañeros eran maravillosos, sabían que en tal lugar yo iba a terminar y yo sabía que ellos iban a estar ahí. El baile del final se lo debo a ellos."

 

Alicia Alonso falleció el 17 de octubre de 2019. Estaba ingresada por complicaciones de salud en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana. Su vida estuvo marcada por su pasión por el arte, su compromiso con la excelencia y su capacidad para superar obstáculos con gracia y determinación. Su legado perdura en la historia del ballet y en el corazón de quienes valoran el arte y la perseverancia.

 

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