Bolivia

¿Qué justicia proclamas si continuas esclavizando y excluyendo a la mujer de todo ideal?

-Juana Azurduy de Padilla

Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780 en Chuquisaca, actualmente Bolivia. Hija de Eulalia Bermúdez, una mestiza proveniente de Chuquisaca, y de Matías Azurduy, un hacendado de raza blanca de buena posición económica y tierras en la región. Juana aprendió las tareas de campo al acompañar a su padre mientras trabajaba, y de esta forma entró en contacto con los pobladores originarios de su tierra, aprendiendo así el idioma quichua y el aymara. Sin embargo, quedó huérfana siendo joven y debió completar su crianza entre sus tíos y conventos.

Al ingresar al convento, donde se esperaba que las mujeres se convirtieran en monjas, encontró el poder de la lectura. Entre los espacios ocupados por libros aprendió sobre las historias de lucha por la libertad de los indios como la de Tupac Amaru II y Micaela Bastidas.

Siendo bien joven, se casó con Miguel Asencio Padilla y tuvieron cinco hijos. Ambos coincidían en su incomodidad ante las injusticias hacia los indígenas.

Cuando Bolivia declaró su independencia en 1809, Miguel y Juana levantaron un pequeño ejército para luchar por una república independiente. El amor por la libertad y seguridad de su pueblo era mucho mas poderoso e importante para ambos. Juntos ayudaron a destituir al gobernador y a formar una junta de gobierno cuando las tropas realistas vencieron a los revolucionarios.

A partir de ese entonces, a través de una organización conocida como "Los Leales", combatieron contra imperio español destacándose especialmente Juana por su valentía y su capacidad de mando, hecho que le valió nombramiento de teniente coronel, en el verano de 1816, y la entrega simbólica de un sable por las tropas enviadas desde Buenos Aires con objetivo de liberar el Alto Perú.

Ese mismo año, ya embarazada de su quinto hijo, Juana sufrió una herida en la batalla de la Laguna, y al intentar rescatarla, Miguel muere en combate. Luego de dar a luz, Juana continuó luchando contra las fuerzas realistas hasta que Bolivia se convirtió en una república independiente en 1826, cuando las fuerzas españolas finalmente fueron derrocadas.

Simón Bolívar la ascendió a coronel y le otorgó una pensión que recibió durante cinco años. Luego de la proclamación de la independencia de Bolivia, intentó en numerosas ocasiones que el gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes para poder regresar a su ciudad natal, pero a pesar de su prestigio no consiguió una respuesta favorable de los dirigentes políticos.

Juana murió en la miseria el 25 de mayo de 1862, a los 81 años en la provincia argentina de Jujuy donde fue enterrada en una fosa común.

Cien años mas tarde, sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo construido en en la ciudad de Sucre, Bolivia. En 2009 fue ascendida a Generala del Ejército argentino y mariscal de la república boliviana.

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